Trato de las rosas
El manejo de rosas incluye trasplante, poda y cuidado diario con atención a la delicadeza de sus tallos y hojas. Al trasplantar un rosal, se debe sostener desde la base y manipular las raíces con suavidad, evitando dañarlas, ya que esto puede afectar su crecimiento y producción de flores.
Durante la poda, es fundamental utilizar herramientas limpias y cortar cuidadosamente las ramas secas o enfermas. Al manipular flores para arreglos o cortes, se debe evitar tocar los pétalos de manera brusca, ya que son sensibles y pueden marchitarse rápidamente.
El riego y la fertilización también requieren control, evitando encharcamientos y sobrealimentación que puedan dañar la planta. La revisión constante para prevenir plagas forma parte del manejo diario.
El trato y manipulación correctos garantizan que las rosas se mantengan vigorosas, con flores hermosas y resistentes a plagas y enfermedades, maximizando su valor ornamental.