Girasol

El girasol es una planta originaria de América, muy reconocida por la forma y el color de su flor, que se asemeja al sol. Su nombre se debe al fenómeno conocido como heliotropismo, que es el movimiento que realizan sus flores y tallos jóvenes siguiendo la trayectoria del sol a lo largo del día.

Es una planta herbácea anual, lo que significa que completa su ciclo de vida en un solo año. Puede alcanzar entre 1,5 y 3 metros de altura, con tallos fuertes y hojas grandes de color verde. Su flor, en realidad, es una inflorescencia compuesta por numerosas flores pequeñas agrupadas en un gran disco central, rodeadas por pétalos amarillos llamativos.

El girasol tiene una gran importancia económica y alimenticia. De sus semillas se obtiene el aceite de girasol, muy utilizado en la cocina y en la industria alimentaria. También se consumen sus semillas tostadas como un alimento nutritivo y rico en vitamina E, proteínas y grasas saludables.

Además, el girasol tiene un significado simbólico: se asocia con la felicidad, la energía, la lealtad y la admiración, debido a su relación con el sol. Es común encontrarlo en jardines, campos y arreglos florales por su belleza y su colorido brillante.

En cuanto a su cultivo, el girasol requiere suelos fértiles, buen drenaje y una exposición directa al sol. Es una planta resistente, que crece mejor en climas cálidos y con riego moderado.