Manejo de las orquídeas
Las orquídeas son plantas delicadas que requieren un manejo muy cuidadoso. Su cultivo debe realizarse en sustratos especiales, como corteza de pino, musgo sphagnum o carbón vegetal, que garanticen aireación y buen drenaje. Además, necesitan luz indirecta y ambientes húmedos, lo que las hace ideales para interiores iluminados o invernaderos.
El riego es un punto clave en su manejo: debe hacerse con moderación, permitiendo que el sustrato se seque parcialmente entre riegos. También se recomienda utilizar agua libre de sales y fertilizarlas con productos específicos en dosis bajas, ya que sus raíces son sensibles.
Durante la floración, las orquídeas deben manipularse poco y mantenerse en un lugar estable. Al terminar la floración, se deben podar los tallos secos y vigilar que las raíces aéreas permanezcan sanas y sin hongos.
Gracias a un manejo adecuado, las orquídeas mantienen su elegancia, florecen varias veces al año y conservan su vitalidad por muchos años.