Manejo de las rosas
El manejo de las rosas requiere dedicación, ya que son plantas muy valoradas en jardinería. Se deben cultivar en lugares soleados, con suelos ricos en materia orgánica y un drenaje eficiente. El riego debe aplicarse en la base de la planta para evitar que la humedad en las hojas favorezca enfermedades.
Uno de los puntos más importantes en su manejo es la poda. Esta debe realizarse de forma regular para eliminar ramas secas o enfermas y para estimular la producción de nuevas flores. Asimismo, se debe aplicar abono de manera periódica, preferiblemente con fertilizantes ricos en potasio y fósforo, que fortalecen las flores y raíces.
El control de plagas también es fundamental, ya que las rosas son propensas a insectos como pulgones y enfermedades como el mildiu. La revisión constante y los tratamientos preventivos son parte esencial del cuidado.
Con un buen manejo, las rosas ofrecen una floración abundante, vistosa y saludable durante gran parte del año.