Las bugambilias requieren un manejo cuidadoso debido a su crecimiento trepador y la fragilidad de sus brácteas. Al trasplantarlas o guiarlas sobre muros o pérgolas, se debe manipular el tallo principal con suavidad para no romper ramas ni dañar brotes nuevos.

El riego, poda y fertilización forman parte del manejo diario, aplicándolos de manera controlada. La poda después de la floración debe hacerse con herramientas limpias y precisión, evitando afectar las ramas productivas. Al manipular las brácteas, se recomienda no tocarlas en exceso, ya que se marchitan fácilmente.

Durante el transporte de la planta o trasplantes, es importante proteger las ramas y raíces, evitando golpes que puedan comprometer la salud de la bugambilia.

Con un manejo adecuado, las bugambilias mantienen su vigor, florecen abundantemente y pueden cubrir muros o pérgolas de manera estética y saludable durante gran parte del año.