Las bugambilias son plantas resistentes, pero su manejo correcto asegura floraciones más abundantes. Necesitan estar en un lugar con pleno sol, ya que la luz es indispensable para que sus brácteas adquieran un color intenso. El suelo debe ser bien drenado, preferiblemente arenoso, para evitar encharcamientos.

El riego debe ser moderado, aumentando un poco en épocas de sequía, pero reduciéndolo cuando no están en floración. El exceso de agua puede debilitar la planta y retrasar la aparición de nuevas flores. La fertilización con productos ricos en fósforo ayuda a estimular una floración más abundante.

La poda es otra parte clave en su manejo, ya que permite controlar su crecimiento, darle forma y favorecer la aparición de nuevas ramas con flores. También es importante guiarlas correctamente si se desea cubrir muros, cercas o pérgolas.

En conclusión, un manejo adecuado de la bugambilia garantiza una planta vigorosa, decorativa y con un espectáculo de color casi todo el año.